La bronquitis es una inflamación del revestimiento de los bronquios, las vías respiratorias que llevan y traen el oxígeno hasta los pulmones, produciendo tos con mocos además de dificultad para respirar, presión en el pecho e incluso fiebre.
Aunque los síntomas pueden ser parecidos, existen dos tipos de bronquitis:
Además de estos dos tipos de bronquitis, también podemos distinguir entre la bronquitis vírica y la bacteriana. Mientras que la bronquitis vírica genera un moco blanco transparente o blanquecino, la bronquitis bacteriana produce un moco de color verdoso o amarillo
Generalmente, en ambos casos, el proceso suele iniciarse con un catarro que se expande hasta los bronquios, produciendo que inflamen y que resulte más costoso que pase el aire. Esto provoca que nuestro cuerpo ponga en marcha su mecanismo de defensa y comienza a generar tos y mucosidad.
En caso de que empecemos a notar los síntomas de una bronquitis es importante que recurramos a un tratamiento natural para cuerarnos. Debemos tener en cuenta que la tos no es más que un mecanismo de defensa de nuestro organismo. Toser ayuda que expulsemos el moco adherido a los bronquios, evitando que aparezcan microorganismos e infecciones más graves y complicadas para nuestra salud.
Pueden ser muchas las razones por las que podemos sufrir una bronquitis. Entre las causas más comunes estarían:
Como podéis ver, son muchas las posibles causas de una bronquitis. Para evitarlo es importante, entre otros aspectos, cuidar nuestra alimentación con una dieta alcalina y antiinflamantoria, hacer ejercicio, evitar situaciones estrés, lugares con alta contaminación y limpiar bien las fosas nasales.