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El cepillo de dientes es un utensilio diseñado para limpiar dientes y encías. Consiste en un mango y un cabezal con bordes suaves que se utilizan con pasta dental para eliminar la placa, los restos de comida y las incrustaciones de los dientes.
La finalidad de los cepillos dentales es limpiar los dientes y las encías eliminando las partículas de alimentos y la placa bacteriana para prevenir la caries dental, las enfermedades de las encías y el mal aliento. Además, ayudan a mantener una sonrisa sana y una buena higiene bucal.
La acción de los cepillos de dientes es la fricción de sus delicadas cerdas sobre los dientes y las encías, lo que elimina la placa bacteriana y los restos de comida. De este modo, ayudan a prevenir la caries dental, las enfermedades de las encías y la alienación.
Hay tres tipos de cepillos de dientes:
1. Cepillos de dientes eléctricos, pueden tener cerdas suaves, medias o duras.
2. Cepillos de dientes manuales, pueden ser sónicos o rotatorios.
3. Cepillos de dientes interdentales, para limpiar entre los dientes.
La elección de la marca depende de las preferencias y necesidades de cada persona, así como de la calidad, longevidad y practicidad del mango.
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El uso de cepillos de dientes es esencial para erradicar la placa bacteriana, prevenir las caries dentales y mantener una buena salud dental en general. Cepillarse los dientes con regularidad también ayuda a prevenir enfermedades dentales y mala alineación.
Se aconseja cambiar los cepillos de dientes cada tres meses o cuando las cerdas empiecen a caerse. Después de una enfermedad, también hay que cambiar el cepillo para evitar la acumulación de bacterias y prevenir la reinfección.
El tipo de cepillo de dientes a utilizar debe tener ceras finas o de grosor medio, un cabezal pequeño para que quepa en todas las zonas de la boca y un mango cómodo para una mejor mordida. Además, es crucial conseguir una de una marca reputada y con alta calidad.
La mejor forma de guardar los cepillos de dientes es en vertical y separadas unas de otras para permitir un espaciado adecuado y evitar el contacto con otros cepillos. Asimismo, se aconseja mantenerlas limpias y secas lejos del olor para evitar la contaminación bacteriana.
No se aconseja compartir los cepillos de dientes con otras personas porque puede haber transmisión de virus o bacterias entre ellos. De este modo, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades e infecciones bucales. Es fundamental que cada persona tenga su propio cepillo de dientes.