Se trata de una patología bastante incómoda ya que nos dificulta en muchas ocasiones hasta el comer, por lo que lo primero a lo que vamos a recurrir es a aliviar el síntoma. Para ello, los geles a base de ácido hialurónico y de aceites esenciales nos ayudarán a cicatrizar la zona y a calmar el dolor. A la hora de aplicar estos geles, lo más recomendable es limpiarse bien los dientes, enjuagarse la boca, y una vez limpia aplicar una pequeña cantidad del producto. Dejarla actuar e intentar no comer ni beber nada durante al menos una hora.
Además de estos geles, muchas veces existe la misma formulación en forma de enjuagues o de spray. El procedimiento sería el mismo.
Posteriormente muy importante ir a la base del problema que puede ser de diversos tipos. Como muchas veces están estas aftas causadas por situaciones de estrés, tenemos que intentar reducir el estrés utilizando técnicas de meditación, visualización guiada... Apoyarlo con complementos para intentar reducir el estrés.
Suplementar nuestra dieta con aportes de Zinc. Numeros estudios demuestran que una falta de zinc puede provocar aftas en nuestra boca. Para ello, existen aportes de zinc que son específicos para chupar, con lo que tendrán un efecto mucho más rápido.
Probióticos bucales, específicos para mantener una flora bucal y no permitir que las bacterias "malas" nos generen una infección.
Usar una buena cera de protección en el caso de que se traten de unas aftas producidas por aparatos de ortodoncia y seguir las recomendaciones que explicamos en el estilo de vida.