Se trata de una patología muy compleja, por lo que deberemos seguir los consejos del estilo de vida, además del alivio natural para conseguir unos buenos resultados.
Lo primero que pretendemos cuando nos piden consejo para este tipo de problemas es:
.Evitar el abuso de determinados medicamentos como las benzodiazepinas
.Evitar escalada de dosis
.Averiguar cual es el problema de base si es que lo hay
.Evitar los efectos secundarios de ciertos medicamentos de manera que el paciente pueda mantener sus rutinas habituales (somnolencia, resaca, sequedad boca...)
Ansiolíticos, sedantes, antidepresivos y somníferos son prescritos ampliamente a pesar de los efectos secundarios y la dependencia que originan, no actuando sobre la causa que origina el problema.
Para tratar el síntoma tenemos multitud de plantas sedantes. El empleo de unas u otras dependerá de los síntomas que acompañen la patología. Necesitaremos de una manera rápida intentar aliviar esos primeros síntomas y posteriormente ya nos centraremos en atacar el problema base. (passiflora, melisa, rhodiola...)
Spray calmigen: yemas de higuera y grosellero negro con aceites esenciales de lavanda, angélica y azahar. Es de acción inmediata por su absorción sublingual. Muy cómodo para llevar en el bolsillo y usarlo según necesidad.
Triptófano: es conocido como el aminoácido antiestrés. Posee multitud de funciones implicadas en el sistema nervioso y es ideal asociado junto con magnesio y vitaminas del grupo B. El estrés produce un gran sobreconsumo de magnesio y vitaminas del grupo B dando lugar a situaciones todavía más graves de estrés y ansiedad.
Tirosina: precursor de la dopamina y de la noradrenalina que favorece el tono, la concentración y el buen humor.
Magnesioes un mineral tranquilizante natural que relaja los músculos y controla las situaciones de estrés y de ansiedad. Además estas situaciones producen un sobreconsumo de este mineral, por lo que se genera una mayor falta del mineral. Es muy importante aportarlo en grandes cantidades y muchas veces con la dieta no es suficiente, con lo que deberíamos tomar un aporte extra. Si además lo tomamos junto con taurina, ayudamos a fijarlo de una manera mucho más rápida.
Las vitaminas del grupo B, son otro tipo de vitaminas en las cuales hay un sobreconsumo en estas situaciones con lo que es muy importante un aporte extra, en la alimentación y como suplemento.
El intestino es nuestro segundo cerebro, por lo que es muy importante tener una buena salud intestinal para conseguir una buena situación de estrés. Para ello, vamos a recomendar lo primero de todo, una buena limpieza intestinal, con el posterior aporte de pre y probióticos.
Los hongosson otra buena opción para ayudarnos a controlar los trastornos digestivos comunes, regularizando la microbiota intestinal. Al respecto, se ha demostrado que compuestos presentes en la Melena de león pueden ayudar a recuperar el equilibrio intestinal. Una de las sustancias de interés de este hongo (Reishi) son las hericenonas. Su peculiaridad está en que son capaces de promover la formación de neuronas (neurogénesis) y este proceso está directamente relacionado con efectos antidepresivos y ansiolíticos. La conclusión evidencia que la Melena de leónpuede reducir la ansiedad y la depresión.
Limpieza intestinal: cleaner in
Pre y probióticos: symbiolact o symbiotic
Dependiendo de la base de la situación de cada uno: vectiseren, ergyestres, GABA, 5HTP, sedivitax, mental confort, resiliens equilibrio, resiliens vitalidad, oleocaps 7...
Existen 4 grandes grupos de medicamentos para tratar el estrés
ANSIOLÍTICOS: controlan los síntomas físicos (taquicardia, sudores, temblores...) Su mecanismo de acción consiste en deprimir el sistema nervioso central. Dentro del grupo de los ansiolíticos, podemos encontrar los barbitúricos y las benzodiacepinas.
ANTIDEPRESIVOS: Generalmente los antidepresivos prescritos para la ansiedad se empiezan a administrar a dosis bajas, para irlos incrementando de forma progresiva. El motivo de ello es su mecanismo de acción, el cual contribuye a que se incrementen los niveles de serotonina en el sistema nervioso central.
NEUROLÉPTICOS: Se trata de una opción mucho menos usada ya que los efectos secundarios que provocan son todavía mayores que los otros grupos.
SIMPATICOLÍTICOS: ejercen su acción sobre el sistema nervioso simpático, mediante la reducción de la actividad catecolaminérgica. Es por ello que su principal uso es el de ser prescritos como hipertensivos, aunque también se indican para problemas de ansiedad, siendo fundamentalmente el TAG, el trastorno de pánico y el trastorno por estrés postraumático (TEPT).
Todos ellos van a tratar el síntoma pero no van a actuar sobre la causa del problema.
Además de generar un efecto de dependencia y tolerancia muy alto.
Nuestro cuerpo nos está avisando de que algo en nuestra vida debe cambiar, por lo que es el momento ideal para empezar a hacerlo. Y esto lo podemos hacer con algunos remedios muy útiles para el estrés:
.Incorporar un ritmo de vida más relajado
.Utilizar técnicas de relajación y psicoterapia (meditación, respiración rítmica, masajes relajantes, técnica de autocontrol, técnica de autocontrol, técnica de biofeedback, técnica cognitivo-conductuales, terapias de introspección...)
.Dieta adecuada. Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo se resiente, se debilita y nuestras defensas bajan, la influencia de hormonas como el cortisol y la noradrenalina acaban afectando al sistema inmunitario. Por eso es tan importante una dieta con todos los nutrientes.
.Vitaminas del grupo B: una falta de estas vitaminas debilita el sistema nervioso. Levadura de cerveza, cereales con cáscara, pescado, legumbres...
.Vitamina C: efecto antioxidante que fortalece además el sistema inmunológico.
.Magnesio, potasio y calcio: relajantes y ayudan a mantener el ritmo cardíaco. La falta de estos mminerales impide al cuerpo reducir el daño provocado por las hormonas generadas por el estrés.
.Mantener una buena salud intestinal. Ya sabemos de la conexión que hay entre el eje intestino cerebro, por lo que es muy importante conseguir una buena flora intestinal para mantener una situación óptima de estrés.
.Plantearse los cambios como un reto positivo, no como una amenaza.
.No preocuparse por cosas que no se pueden controlar. Fijarse metas asequibles tanto en casa como en el trabajo.
.Compartir los sentimientos con un amigo, familiar o persona de confianza y pedir ayuda si es necesario.
.Emplear remedios naturales como por ejemplo el aceite esencial de lavanda o de manzanilla naranja. Se pueden usar en un difusor o vertiendo unas gotitas en la almohada por ejemplo.
Es la respuesta del individuo a cualquier demanda exterior o interior que le suponga un sobreesfuerzo o un cambio. Es un proceso natural de adaptación del individuo a su medio. Se trata de una impresión de amenaza, que activa el organismo por encima de sus recursos adaptativos.
Es un estímulo que impulsa a generar un síndrome general de adaptación, ya que un mismo estímulo puede ser amenazante para unos y no para otros, en función de nuestra capacidad de adaptación.
Podemos considerar que existen dos tipos de estrés:
.De lucha o huida, en la que el cuerpo se pone en alerta dispuesto a responder a la agresión.
.De vigilancia o resistencia, cuando pensamos que las exigencias son superiores a nuestra capacidad y nos agazapamos, intentando ocultarnos frente a la amenaza mimetizándonos con el terreno.
El estrés sólo es patológico si escapa al control del individuo, sino se trata de una situación que nos ayuda a sobrevivir. Por eso hay dos tipos de estrés:
.Eu-estrés: estrés positivo, necesario para vivir
.Distrés: estrés negativo
Las situaciones y presiones que causan estrés son conocidas como estresores. Normalmente pensamos en los estresores como en algo negativo, como un horario laboral exhaustivo o una relación pesada. Sin embargo, cualquier cosa que suponga demandas altas o forzar a ajustar tu vida normal puede ser estresante. Esto incluye los eventos positivos como el casarse, comprar una nueva casa, ir a la universidad o recibir un ascenso.
No obstante, no todo el estrés es causado por factores externos. El estrés también puede ser autogenerado. Por ejemplo, cuando te preocupas excesivamente sobre algo que puede o no que suceda, o el tener pensamientos irracionales y pesimistas sobre tu vida.
Estrés externo:
.Cambios grandes en la vida
.Trabajo o escuela
.Dificultades en las relaciones
.Problemas financieros
.Estar demasiado ocupado
.Niños y familia
Estrés interno:
.Preocupación crónica
.Pesimismo
.Autodiscurso negativo
.Expectativas surrealistas/ Perfeccionismo
.Pensamiento rígido, falta de flexibilidad
.Actitud de todo o nada
Las causas del estrés excesivo dependen, al menos en parte, de la percepción de cada uno. Algo que puede ser estresante para ti, puede que no lo sea para otro; incluso que disfrute con ello.
.Frecuencia cardíaca más rápida
.Latidos cardíacos descompensados
.Sudoración
.Temblores
.Respiración rápida
.Mareo
.Boca seca
.Problemas sexuales
.Problemas con el sueño y pesadillas
.Aislarse de los demás
.Morderse las uñas
.Heces sueltas
.Vómitos
.Necesidad frecuente de orinar
.Problemas para deglutir
.Somatizaciones: Dolor abdominal, dolor de cabeza, dolor o tensión muscular...
Son los medicamentos que se toman para ayudar a afrontar los estados de ansiedad y nerviosismo. Hoy en día son una familia de medicamentos muy vendidos en las farmacias, ya que el frenético ritmo de vida y el estrés continuo en el que vivimos nos lleva a pedir ayuda médica muchas veces. Pueden ser medicamentos muy diversos, en forma de comprimidos relajantes, pastillas, gotas orales... y de composiciones muy diversas
La ansiedad es un estado emocional displacentero que se acompaña de cambios somáticos y psíquicos, que puede presentarse como una reacción adaptativa, o como síntoma o síndrome que acompaña a diversos padecimientos médicos y psiquiátricos.
Se convierte en patológica cuando no hay un peligro real o cuando la reacción perdura tras pasar éste. Es decir, el miedo y la ansiedad son parte de la vida, y de hecho nos permite estar más alerta o ser más cautos en determinadas situaciones, pero termina poco tiempo después de salir de la situación que lo provocó. Pero para millones de personas, la ansiedad no desaparece y de hecho empeora con el tiempo.
Las mejores pastillas para la ansiedad sin receta son las que son a base de plantas relajantes o sedantes. El empleo de unas u otras dependerá de los síntomas que acompañen la patología. Necesitaremos de una manera rápida intentar aliviar esos primeros síntomas y posteriormente ya nos centraremos en atacar el problema base (passiflora, melisa, rhodiola...)
Son los medicamentos que se toman para ayudar a afrontar los estados de ansiedad y nerviosismo. Hoy en día son una familia de medicamentos muy vendidos en las farmacias, ya que el frenético ritmo de vida y el estrés continuo en el que vivimos nos lleva a pedir ayuda médica muchas veces. Pueden ser medicamentos muy diversos, en forma de comprimidos relajantes, pastillas, gotas orales... y de composiciones muy diversas
La ansiedad es un estado emocional displacentero que se acompaña de cambios somáticos y psíquicos, que puede presentarse como una reacción adaptativa, o como síntoma o síndrome que acompaña a diversos padecimientos médicos y psiquiátricos.
Se convierte en patológica cuando no hay un peligro real o cuando la reacción perdura tras pasar éste. Es decir, el miedo y la ansiedad son parte de la vida, y de hecho nos permite estar más alerta o ser más cautos en determinadas situaciones, pero termina poco tiempo después de salir de la situación que lo provocó. Pero para millones de personas, la ansiedad no desaparece y de hecho empeora con el tiempo.
Las mejores pastillas para la ansiedad sin receta son las que son a base de plantas relajantes o sedantes. El empleo de unas u otras dependerá de los síntomas que acompañen la patología. Necesitaremos de una manera rápida intentar aliviar esos primeros síntomas y posteriormente ya nos centraremos en atacar el problema base (passiflora, melisa, rhodiola...)
Porque la ansiedad y el estrés es una patología muy compleja de tratar. Si recurrimos desde un principio a los medicamentos químicos, generaremos un alto grado de dependencia y tolerancia en un corto periodo de tiempo, y necesitaremos al cierto tiempo una escalada de dosis.
Por eso desde el inicio hay que intentar recurrir a ejercicios de autoayuda, de relajación, medicación, yoga...Y si es necesario aliviaremos el síntoma siempre comenzando con plantas relajantes y sedantes y nos centraremos además en la base de la patología recomendando tratamientos más intensos y detoxificantes.
Para ello, tenemos todo explicado en el apartado nerviosismo y ansiedad.
En la farmacia puedo encontrar a la venta multitud de pastillas para la ansiedad sin receta médica: nervikan, valdispert, vitango…
Compra medicamentos relajantes en farmacia natural Olaiz, encontrarás los mejores medicamentos relajantes de las marcas más conocidas. Los medicamentos para tratar el estrés y los nervios se encuentran en diferentes formatos: medicamentos para relajar en pastillas, comprimidos para la ansiedad, gotas orales…
Todos estos medicamentos relajantes nos van a ayudar a tratar el síntoma, es decir, nos ayudarán a relajarnos momentáneamente, pero el problema persiste, por lo que es necesario tratarlo desde la base.
Contamos con laboratorios de confianza y siempre a los mejores precios como: Nervikan, valdispert, vitango …
Existen 4 grandes grupos de medicamentos para tratar el estrés, unos son medicamentos para los nervios con receta médica y otros son medicamentos relajantes sin receta médica.
Ansiolíticos: controlan los síntomas físicos (taquicardia, sudores, temblores...) Su mecanismo de acción consiste en deprimir el sistema nervioso central. Dentro del grupo de los ansiolíticos, podemos encontrar los barbitúricos y las benzodiacepinas.
Antidepresivos: Generalmente los antidepresivos prescritos para la ansiedad se empiezan a administrar a dosis bajas, para irlos incrementando de forma progresiva. El motivo de ello es su mecanismo de acción, el cual contribuye a que se incrementen los niveles de serotonina en el sistema nervioso central.
Neurolépticos: Se trata de una opción mucho menos usada ya que los efectos secundarios que provocan son todavía mayores que los otros grupos.
Simpaticolíticos: ejercen su acción sobre el sistema nervioso simpático, mediante la reducción de la actividad catecolaminérgica. Es por ello que su principal uso es el de ser prescritos como hipertensivos, aunque también se indican para problemas de ansiedad, siendo fundamentalmente el TAG, el trastorno de pánico y el trastorno por estrés postraumático (TEPT).
Todos ellos van a tratar el síntoma pero no van a actuar sobre la causa del problema. Además de generar un efecto de dependencia y tolerancia muy alto.
Los medicamentos relajantes para tratar el estrés sin receta médica, se suelen tomar de diferentes maneras en función del tratamiento elegido, por eso recomendamos siempre leer el prospecto de cada uno de ellos.
Las pastillas para la ansiedad nos van a ayudar a calmar el síntoma, de una manera rápida pero siempre deberemos ir a la base del problema.