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Probioticos y otros productos naturales para el colon irritable

Los probióticos, son sin duda, los grandes aliados cuando una persona sufre el síndrome del colon irritable, una enfermedad que hace que el intestino sufra una inflamación crónica provocando síntomas muy molestos como la diarrea, el estreñimiento o el dolor, entre otros.

Los probióticos ayudarán a paliar las molestias, además de mejorar nuestras digestiones.

En caso de que sufran de intestino irritable es importante seguir los siguientes pasos:

  1. 1- Tratar el dolor y ayudar en las digestiones: los probióticos ayudarán a aumentar la flora protectora, aunque, eso sí, no tratarán el problema. Para este primer paso podemos tomar distintos productos naturales como Lactiplus de Pileje, Digest gold con Atpro o Digest Basic ambas de Enzymedica.
  2. 2- Reducir la flora perjudicial y reducir la inflamación. Debemos reequilibrar la flora protectora y para ello podemos tomar complementos a base de antibióticos naturales como el ajenjo, semilla de pomelo o el orégano. Entre los productos naturales más efectivos están Sibosan, Oregano de Pranarom o Serragold de Enzymedica.
  3. 3- Evitar la alcalinización del intestino y recuperar más acidez en nuestro intestino con jarabes como Molkosan de A.Vogel que nos ayuda a equilibrar nuestra flora bacteriana.
  4. 4- Regenerar las mucosas intestinales y sellarlas con complementos a base de hongos como la melena de león o complementos a base de L-glutamina (Mico leo de Hifas de terra, Permealine de Pileje,). En caso de que tomemos L-glutamina, debemos hacerlo bajo indicación y durante un corto plazo de tiempo.
  5. 5- Favorecer el crecimiento de la microbiota con prebióticos y probióticos. De este modo cuidaremos tanto la flora muconutritiva, como la flora protectora y la inmunomodulardora.
  6. 6- Cuidar nuestra alimentación con una dieta baja en FODMAP (Fermentable Oligosacáridos Disacáridos Monosacáridos y Polioles) y una dieta mediterránea.
  7. 7- Regular el estrés. Es de sobra conocida la relación entre el intestino y el cerebro. Millones de neuronas del intestino tienen conexión con neuronas cerebrales, lo que hace que personas con altos niveles de estrés pueden padecer del síndrome de intestino irritable.


Alimentos a consumir si tenemos el síndrome del colon irritable

Ya hemos hablado de que en caso de sufrir de intestino irritable debemos seguir una cuidada dieta mediterránea y baja en FODMAP. Todos conocemos lo que incluye la dieta mediterránea, pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de una dieta baja en FODMAP?

Básicamente consiste en eliminar glúcidos difíciles de digerir. Esta sustancia, por su difícil absorción provocan una fermentación excesiva, y hace que empeores los problemas gastro intestinales.

Se trata de una dieta puntual para ayudar a recuperar la mucosa. Al tratarse de alimentos importantes para nuestra salud, una vez solucionada esta parte se deberán ir agregando poco a poco. Es a partir de este momento cuando deberemos pasar a la dieta mediterránea.

Los alimentos FODMAP son principalmente los siguientes: trigo, centeno, cebollas, ajos, legumbres, alcachofas, espárragos, col, coliflor, leche, manzana… También son alimentos FODMAP los productos light, los edulcorantes y los chicles...


Remedios caseros 

Además, a lo probióticos naturales como el yogur, el kéfir, el miso o la kombucha, en caso de que nuestra salud nos lo permita, podemos cuidar nuestro colon con algunas pequeñas acciones en el día a día:

  • - Dos cucharadas de AOVE (aceite de oliva virgen extra) en ayunas.
  • - Zumo de limón en agua templada en ayunas.
  • - Consumir alimentos con fibra.
  • - Tomar Vitamina D en dosis altas.
  • - Reducir o eliminar el consumo de alimentos ricos en lactosa y en gluten, así como en azúcar.
  • - Disminuir el consumo de alimentos ricos en histamina: fresas, carnes ahumadas, conservas, quesos…
  • - Suprimir el consumo de refrescos y de bebidas alcohólicas.

El síndrome del colon irritable es, sin duda una patología muy incómoda y las personas que la sufren tienen graves trastornos en su día a día. Por ello, es importante no solo aliviar el síntoma, sino también tratar las causas para evitar futuras recaídas.