El síndrome del colon irritable o permeable es una patología que se da cuando un intestino inflamado cursa con una alteración y desequilibrio de nuestra microbiota y con una inflamación de nuestra mucosa intestinal haciéndola permeable. En estos casos nuestra flora beneficiosa disminuye y aumenta nuestra flora perjudicial.
En estas circunstancias se producen síntomas como el dolor abdominal y cambios y alternancias en la consistencia de las heces: diarrea, estreñimiento o ambos, urgencia de ir al baño, gases con olor putrefacto…
Se trata de un trastorno gastrointestinal funcional con interacción entre el cerebro y el intestino.
Este desequilibrio y la inflamación de nuestras mucosas derivan en una alteración en la capacidad protectora y en la absorción selectiva de nutrientes, permitiendo la entrada de microorganismos, alimentos sin digerir, que antes no entraban.
Hay tres tipos de colon irritable en función de los diferentes patrones de cambios en las evacuaciones, aunque la mayoría de las personas tienen variaciones en sus evacuaciones diarias:
• Síndrome del colon irritable con predominancia de estreñimiento.
• Síndrome del colon irritable con predominancia de diarrea.
• Síndrome del colon irritable mixto.
Se desconoce la causa exacta del síndrome del intestino irritable, pero sí que es conocida la relación entre intestino y cerebro. Se sabe que los factores psicológicos son muy importantes e influyen mucho en la enfermedad.
· Estrés: debido a la conexión neuronal entre intestino y cerebro, muchas veces somatizamos los nervios a nivel intestinal.
· Medicamentos: antiinflamatorios ( ibuprofeno, naproxeno...), antisecretores ( omeprazol, pantoprazol…), antibióticos…
· Alimentación: Dietas que inflaman, dietas excesivamente fermentativas y putrefactas.
· Eventos estresantes o difíciles en la edad reciente o la edad infantil.
· Problemas mentales como ansiedad, depresión, y trastornos de síntomas somáticos.
· Alteración de la microflora intestinal: está claro que cuando en el intestino hay proliferación o falta de algunas bacterias se suceden episodios tanto de diarrea como de estreñimiento por lo que además de los factores psicológicos es muy importante tener una buena flora.
· Inflamación intestinal: se trata de un síntoma, pero también se puede tratar como una causa ya que una inflamación intestinal puede desencadenar también en un SII. Y normalmente las personas con SII poseen una mayor cantidad de células del sistema inmunitario en el intestino, lo que se suele asociar a dolor y diarrea.
· Contracciones musculares en el intestino: las paredes del intestino están revestidas por capas de músculo que se contraen a medida que trasladan los alimentos a lo largo del tubo digestivo. Si estas contracciones aumentan o son más fuertes de lo normal, pueden causar gases, hinchazón y diarrea, mientras que, si se enlentecen o se hacen más suaves, se enlentece el paso de los alimentos, provocando heces secas y duras.
· El sistema nervioso: cuando hay anomalías en los nervios del aparato digestivo pueden causar una molestia mayor que la normal cuando el abdomen se estira debido a los gases o las heces. Si estas señales están mal coordinadas entre el cerebro y el intestino pueden hacer que el cuerpo reaccione de manera exagerada a los cambios que normalmente tienen lugar en el proceso digestivo, lo que genera dolor, diarrea o estreñimiento.
· Infección grave: se puede presentar un SII tras un episodio de diarrea grave producida por bacterias y/o virus.