Los sprays nasales son los medicamentos y productos más utilizados para tratar las alergias. En concreto el medicamento Avamys, cuyo principio activo es la fluticasona, un glococorticoide trifluorado. Los glucocorticoides lo que hacen es disminuir la síntesis y liberación de las sustancias responsables de crear inflamación y alergia. Estos nebulizadores nasales suelen ser tratamientos temporales ya que sino pueden tener efectos secundarios.
Algo que se debe tener en cuenta es que estos sprays nasales para alergias no producen efecto inmediato y el máximo alivio se obtiene después de varios días. A la hora de aplicarlos, lo primero que hay que hacer es sonarse suavemente la nariz, aplicarse el spray y por último limpiar el dispositivo después de cada uso.
En cuanto a los efectos adversos que puede acarrear un uso prologando están:
Como hemos dicho, estos efectos secundarios se pueden producir si se excede de la dosis recomendada o se utiliza durante largo periodos de tiempo.
Para evitar estos efectos y los síntomas de la alergia, podemos cambiar y utilizar sprays nasales naturales.
Con esto trataríamos los síntomas por lo que sería importante añadir al tratamiento una limpieza hepática. La alergia depende de factores externos e internos. Los externos son la exposición al alérgeno en ese momento y los internos dependen de uno mismo. Por lo tanto, no podemos evitar la alergia, pero si podemos estar preparados. Para ello es muy importante tener el hígado en plena forma ya que la histamina es un metabolito hepático. Una buena detoxificación hepática nos ayudará a reducir los síntomas y la duración:
Además de una limpieza hepática, que es buena hacerla un par de veces al año da igual si tengas una patología o no, una buena alimentación va a ayudarnos a tener un hígado sano y funcional.
Entre los alimentos que debemos consumir están las verduras amargas y los alimentos ricos en azufre. Ambos 2 son fácilmente reconocibles: los primeros por su sabor que se debe a que favorecen la salida de la bilis (chicoria, alcachofa…) y los segundos por su olor ya que al cocerse expulsa azufre lo que hace que huelan mal (berza, brócoli, coliflor, coles de Bruselas…).
Por otro lado, la cafeína es un gran depurativo hepático y las vitaminas del grupo B son fundamentales (garbanzos, guisantes, lentejas, soja, yema de huevo…).
Y no nos olvidemos de añadir aceite de hígado de pescado y de pescado azul como el salmón. Son una fuente de ácidos grasos omega, DHA y EPA, grasas buenas para el corazón, el cerebro y la hidratación de las mucosas.