La psoriasis es una patología ocasionada por un crecimiento demasiado rápido de las células de la piel. Las señales defectuosas que se originan en el sistema inmunológico provocan que la formación de nuevas células de la piel se produzcan en días en lugar de semanas. Este crecimiento excesivo da lugar a las lesiones propias de la psoriasis. Las lesiones tienen tres rasgos característicos: Descamación, engrosamiento e inflamación (enrojecimiento).
La psoriasis es una patología ocasionada por un crecimiento demasiado rápido de las células de la piel. En lugar de renovarse en 4 semanas, la formación de nuevas células de piel se acelera a unos 7 días debido a unas señales defectuosas que se originan en el sistema inmunológico.
La epidermis es la capa más externa de la piel y está formada en su mayoría por células llamadas queratinocitos. Estas se originan en capas más profundas y progresivamente, van madurando y migrando hacia la superficie de la epidermis. A través de este mecanismo, los queratinocitos que se encuentran en la superficie de la epidermis son reemplazados gradualmente por las células más jóvenes que son empujadas desde abajo.
La psoriasis es una afección debida a causas múltiples, que pueden ser de carácter genético, inmunológico, medioambiental y psicológico. Estos factores alteran el funcionamiento de las células epidérmicas, en especial de los queratinocitos y los fibroblastos.
Factores genéticos: Muchos estudios realizados indican que existe posiblemente una predisposición genética a la psoriasis. No obstante, no existe un gen específico de la psoriasis, sino una serie de características genéticas que hacen que el paciente sea más propenso a desarrollar esta enfermedad. Varios estudios demuestran que en un porcentaje que va del 30% al 50% de los casos de psoriasis existe una historia familiar de la enfermedad.
Factores inmunológicos: provocan reacciones inflamatorias en la epidermis. La piel afectada por la psoriasis se caracteriza por :
• Las células se renuevan con demasiada rapidez: Se ha visto que la epidermis se renueva con demasiada rapidez debido a la psoriasis, a un ritmo que es de cuatro a seis veces mayor que el de la piel normal. Esto se debe a que los queratinocitos de la epidermis se multiplican de forma anómala y fabrican una queratina de mala calidad que forma las escamas.
Las principales células de la dermis, los fibroblastos, controlan el recambio de queratinocitos. No obstante, dicho control es defectuoso en los casos de psoriasis.
• Reacción de inflamación de la piel: Además del veloz ritmo de recambio de queratinocitos, la psoriasis es el resultado de una reaccion inflamatoria de la piel. Son dos los tipos de células que provocan la inflamación: los neutrófilos polimorfonucleares y los linfocitos T, que tienen un papel clave en la capacidad de respuesta inmunológica.
Factores medioambientales: internos y externos. Todos estos factores aceleran el ritmo de renovación de la piel.
• Los factores externos incluyen los traumatismos (fenómeno de Koebner) como factor principal desencadenante, los cambios estacionales y la ropa que roza la piel.
• Los factores internos incluyen el estrés emocional, algunos medicamentos y enfermedades infecciosas.
El estrés suele ser el responsable de los brotes de psoriasis, y va desde el causado por el inicio de la temporada escolar hasta los traumas psicológicos graves. Se trata de un factor importante que puede conducir al primer brote de psoriasis y a recaídas recurrentes.
Medicamentos: Se cree que los bloqueadores beta, el litio y las quinolonas son algunos de los medicamentos que pueden provocar la psoriasis. Por otro lado, una interrupción brusca de la terapia con corticoides también puede exacerbar la psoriasis.