Normalmente, el porcentaje de agua que contienen las heces es del 60 al 90%. La diarrea se produce cuando no se absorbe suficiente agua de las heces, produciendo heces poco consistentes y mal formadas.
Existen varios tipos de diarrea en función de la duración de la misma: diarrea aguda y diarrea crónica. También se pueden clasificar en diarrea osmótica, secretora e inflamatoria en función de la fisiopatogenia:
Diarrea osmótica
Se produce cuando ciertas sustancias que no pueden ser absorbidas a través de la pared del colon permanecen en el intestino, haciendo que la cantidad de agua que permanece en las heces sea excesiva, causando diarrea. Causas:
Diarrea secretora
Sucede cuando los intestinos delgado y grueso secretan sales (especialmente cloruro de sodio) y agua en las heces.
Diarrea inflamatoria
Se produce cuando la mucosa del intestino grueso se inflama, se ulcera o se dilata y libera proteínas, sangre, moco y otros líquidos que incrementan el volumen y contenido líquido de las heces. Este tipo de diarrea puede tener su origen en muchas enfermedades como la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn, la tuberculosis, diversos tipos de cancer...
Diarrea por malabsorción
Que se caracteriza por el aspecto aceitoso o grasiento de las heces y un reborde de grasa alrededor de la taza del inodoro una vez tirado de la cadena.