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¿CÓMO TOMAS EL IBUPROFENO?

Seguro que muchas veces has escuchado que los antiinflamatorios hay que tomarlos con el estómago lleno para que no nos hagan daño… ¡Pues vamos a desmentir ese mito!

Si sufres de un dolor agudo (que es para lo que únicamente se debería tomar un ibuprofeno), y deseas un efecto rápido, se recomienda tomar un antiinflamatorio no esteroideo con el estómago vacío y acompañado de un vaso de agua.

Y seguramente estarás pensando, ¿Cómo puede ser si se sabe que los antiinflamatorios hacen daño en el estómago? Realmente es cierto que daña la mucosa. El AINE (antiinflamatorio no esteroideos), por su mecanismo de acción, inhibe las prostaglandinas, que son importantes mediadoras en el mantenimiento de la mucosa protectora que recubre el tracto gastrointestinal. Debido a esta inhibición, reducen esta protección y hacen que la mucosa sea más sensible a efectos nocivos del ácido del estómago y las enzimas digestivas.

Pero también es cierto que los alimentos retrasan la absorción de los AINEs, retrasando su efecto analgésico. Y no hay evidencia sólida de que tomar AINEs con alimentos ayude a prevenir los efectos secundarios gastrointestinales.

Nuestra primera recomendación va a ser siempre, como ya sabéis, la de evitar tomarlo en la medida de lo posible y cambiarlo por algún otro tipo de antiinflamatorio. Pero si aun así tienes que tomarlo recomendamos hacerlo con un vaso de agua y el estómago vacío, y solo en los casos en los que ya se tenga algún trastorno gastrointestinal leve, se puede intentar masticar chicle o chupar una pastilla para aumentar la salivación y ayudar así a neutralizar la acidez.

Otra cuestión a tener en cuenta es que este tipo de medicamentos se pueden asociar con esofagitis, así que para minimizar riesgos, podemos disminuir el tiempo de contacto del ibuprofeno con el esófago, tomándolo con agua, de pie y evitando acostarnos durante 30 minutos después de tomarlo.

Queremos hacer hincapié en otro importante consejo; nunca te automediques sin que te lo haya recomendado un profesional, y trata de evitar en la medida de lo posible toda la medicación química que conlleva bastantes efectos secundarios.

Y cuídate por dentro y por fuera, recordando que la mejor forma de mantener una buena salud es una buena prevención natural.

¡Escucha a tu cuerpo! 

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