La acidez puede llegar a ser muy molesta, por ello explicamos sus síntomas y su principal causa, para poder tratar el origen del problema.
Aunque parezca una contradicción, el origen del ardor y acidez se debe casi siempre a una hipoclorhidria del estómago, es decir, a un déficit de acidez del estómago que se manifiesta en otras zonas (esófago, pecho, garganta…) como un exceso de acidez, una sensación de quemazón y ardor en la mucosa de la garganta.
El estómago al no tener suficiente acidez da una señal al cerebro para que produzca más ácido. Si el ácido que produce no genera suficiente acidez, seguirá dando señales de que necesita más acido, con lo que se sigue liberando ácido clorhídrico hasta conseguir la acidez necesaria del estómago. Sólo cuando se alcanza la acidez óptima es cuando se detiene la producción de ácido.
Cuando hay exceso de producción de ácido clorhídrico, pero no de acidez, salen los jugos gástricos del estómago y ascienden a otras zonas de la mucosa de la garganta que no son tan ácidas produciendo la sintomatología de:
Se suelen hablar de las tres por igual pero deberemos diferenciarlas.
La causa es el reflujo: significa que el contenido del estómago (como la comida o los ácidos) transita en la dirección contraria. Retrocede del estómago a la garganta a través del esófago, el tubo que los conecta.
La consecuencia es el ardor, es la sensación de quemazón en el pecho causada por el ácido del estómago que asciende por el esófago.
El síntoma es: la acidez, que es el dolor y la incomodidad que se siente en la parte alta del abdomen. Puede ocurrir cuando hemos comido demasiado y el estómago produce un exceso de ácido.
Para recuperar esta acidez gástrica es necesario:
Información original basada en el conocimiento y experiencia real en la Farmacia
Jaime Sanza Olaizola, Farmacéutico real de farmacia Olaizola en San Sebastián.