La anemia es una condición médica que se caracteriza por una disminución de la hemoglobina en la sangre, lo que afecta la capacidad de transporte de oxígeno a los tejidos. En términos clínicos, se considera anemia cuando los niveles de hemoglobina son menores a 13 g/dL en hombres, 12 g/dL en mujeres, y 11 g/dL en mujeres embarazadas.
Las dos formas de anemia más prevalentes en la sociedad son la anemia ferropénica (déficit de hierro) y la anemia megaloblástica, que está relacionada con la deficiencia de vitamina B12.
La anemia ferropénica (AF) es el tipo de anemia más frecuente a nivel mundial, especialmente en mujeres en edad fértil, niños en edad preescolar y personas mayores. Ocurre cuando los depósitos de hierro del cuerpo se agotan, lo que interfiere con la producción de glóbulos rojos. Esta condición puede ser asintomática al principio, pero se detecta mediante la medición de la hemoglobina y la ferritina. La ferritina plasmática por debajo de 15 ng/ml es un marcador confiable para el diagnóstico de la anemia ferropénica en ausencia de procesos inflamatorios.