Es un trastorno cutáneo prolongado (crónico) que consiste en erupciones pruriginosas y descamativas. Es un tipo de eccema.
Es un trastorno cutáneo prolongado (crónico) que consiste en erupciones pruriginosas y descamativas. Es un tipo de eccema.
Para entender la dermatitis atópica hay que explicar que es la atopia.
La atopia es una condición hereditaria que predispone a padecer una serie de enfermedades, en su mayoría relacionadas con respuestas mediadas por IgE y alteraciones de la inmunidad celular y de la reactividad vascular.
La atopia se puede manifestar de muchas maneras y en varios órganos. Las patologías atópicas incluyen la dermatitis atópica, el asma bronquial, y la rinitis alérgica.
La dermatitis atópica es un conjunto de anomalías y lesiones cutáneas que aparecen en los individuos atópicos. La prevalencia de la dermatitis atópica varía de unas zonas geográficas a otras y en general es mayor cuanto más al norte se sitúa el área estudiada y cuanto más alto es su nivel de desarrollo industrial.
La mitad de los pacientes con dermatitis atópica ya la presentan antes del primer año de vida y el 80% la presenta antes de los 5 años de edad. En función de la edad puede presentar diferentes características:
.Dermatitis atópica en el lactante. Las lesiones iniciales son zonas enrojecidas (placas eritematosas) que aparecen en las mejillas y que se extienden posteriormente al resto de la cara (aunque respetando el triangulo del centro de la cara), al cuello, a las manos, al abdomen y, en los niños que gatean, a las zonas de extensión de los brazos y de las rodillas. Producen un picor intenso que puede dificultar el sueño, provocar heridas al rascarse y favorecer el desarrollo de infecciones.
.Dermatitis atópica de la infancia (desde los 2 a los 10 años). Las zonas afectadas más características son la parte anterior del brazo, el hueco de detrás de las rodillas, la cara, el cuello y detrás de las orejas. Predomina el eczema seco, como piel áspera, como lija.
.Dermatitis atópica del adolescente y adulto (>10 años) En niños mayores se afectan las zonas de flexión de los codos y de las rodillas. Las placas se pueden oscurecer por el rascado en los casos más persistentes. Aparecen y desaparecen las placas, evolución en brotes.