Los problemas en la piel suelen ser de los más incómodos que existen ya que al propio problema de la patología en muchos casos se le une el pudor a enseñar las marcas que deja en el cuerpo. Uno de esos casos es el de la dermatitis atópica o eczemas, una patología que la padecen principalmente los niños, aunque también la sufren adultos y que, aunque es “incurable” se suele aliviar con cremas, aceites o pomadas.
A la hora de clasificar la dermatitis atópica se identifican 3 tipos:
1. Del lactante: se manifiesta a partir de los cinco meses (a veces antes) y en muchas ocasiones aparece derivado de un eczema seborreico. Suele ubicarse en la cara, en las orejas, el dorso de las manos o el cuero cabelludo.
2. Infantil: a partir de los dos años hasta los 7. Frecuentemente en codos y rodillas.
3. Del adulto: Las zonas más frecuentes en las que se presentan son la nuca, la parte de la muñeca que flexionamos, el dorso de las manos, las piernas y los pies.
Nosotros, en Olaiz, apostamos siempre por un tratamiento natural que además de ayudarnos con la patología no produzca ningún efecto adverso. Y en el caso de la dermatitis atópica apostamos por cremas o mejor dicho aceites naturales que son de gran ayuda:
Si preferís los aceites esenciales el de lavanda es perfecto para la dermatitis atópica. Se aplica como una crema, mezclado con un aceite vegetal y es de gran ayuda por su acción cicatrizante y calmante y su poder antinflamatorio cutáneo.
Por último, si a causa de los eczemas se os ha infectado la piel podéis aplicaros Molkosan de A.Vogel directamente en la herida.
Cuando hablamos de la dermatitis atópica nos referimos a aquella patología que se presenta con los siguientes síntomas:
Mientras que la patología se presenta de forma clara no lo son tanto las causas ya que en muchos casos su aparición es multifactorial:
Junto con la aplicación de cremas y aceites podemos llevar a cabo ciertas acciones que pueden prevenir nuevos episodios de dermatitis atópicas:
Y recuerda siempre que es importante identificar el origen del problema y tratarlo para evitar que se repita o que se agrave.