Cremas, pomadas y aceites naturales para tratar las quemaduras
Una excesiva exposición al sol, tocar una bandeja recién salida del horno, el contacto con productos químicos o una rozadura continuada pueden producir en nuestro cuerpo una quemadura e incluso una infección bastante dolorosa que podemos tratar con cremas y pomadas naturales.
Cuando hablamos de quemaduras nos referimos a los daños que produce el calor en nuestro tejido/piel y que muchas veces se producen en el ámbito doméstico. Por ello es importante contar en casa con un pequeño botiquín que nos ayude en estas y otras situaciones.
Remedios naturales para quemaduras
Para tratar las quemaduras contamos con distintas opciones naturales, desde cremas o pomadas hasta aceites esenciales:
- Crema/pomada regeneradora con poder antibiótico, Socorro de Ballot flurin a base de propóleo negro, miel de tilo y nueve principios vegetales activos. Aplicada directamente sobre la quemadura protege, calma e hidrata de forma natural.
- Crema con acción antibiótica Simil one de Gse, con extracto de pomelo, aloe vera y Goma Xantana. Ayuda en irritaciones o enrojecimientos y favorece el restablecimiento de las condiciones fisiológicas óptimas de la epidermis
- Bálsamo de Pranarom para quemaduras leves, piel irritada o enrojecida.
- Aceites esenciales que podemos echar en las cremas para potenciar el efecto de los productos para lasquemaduras como el aceite esencial de espliego macho con propiedades regeneradoras, cicatrizantes y analgésicas o aceite esencial menta de campo, antinociceptivo para enfriar la zona y dar sensación de mejoría. En ambos casos basta con echar unas gotitas en la pomada para las quemaduras.
Una vez que hemos sanado la herida no debemos olvidarnos de cuidar la piel, de recuperarla y regenerarla. Para ello, también podemos contar con cremas y aceites específicos. Debemos tener en cuenta que las pomadas para las quemaduras alivian los síntomas, pero no ayudar a regenerar la piel ni a la cicatrización.
Tipos y síntomas de las quemaduras
Cuando sufrimos una quemadura los síntomas pueden variar en función del grado o de las lesiones que haya producido en la piel. Mientras que en las quemaduras leves tardamos poco en notar los signos y síntomas, en una quemadura grave pueden tardar varios días en desarrollarse:
- Quemadura de primer grado: afecta a la epidermis o capa externa de la piel. Entre los síntomas están el enrojecimiento y el dolor. Es la quemadura que más se consulta en las farmacias y para las que se aplican cremas o pomadas de acción antibacteriana y antiséptica para evitar infecciones y un empeoramiento en la herida.
- Quemadura de segundo grado: afecta a la epidermis y a la dermis (segunda capa de piel). Puede provocar hinchazón y piel roja, blanca o manchada. Puede producir ampollas, dolor intenso y dejar cicatrices.
- Quemadura de tercer grado: alcanza la capa de grasa que se encuentra debajo de la piel. Las zonas quemadas tienen color negro, marrón o blanco. Pueden destruir los nervios, lo que ocasiona entumecimiento. Este tipo de quemaduras son de alta gravedad.
Las quemaduras de primer grado, normalmente al cabo de los pocos días disminuyen, salvo que la herida se infecte y produzca dolor fuerte, enrojecimiento de la piel, aparición de puntos blancos, pus u olor desagradable. En esos casos solo debemos añadir más productos a nuestro tratamiento.
Qué hacer cuando nos quemamos
En caso de que tengamos un accidente doméstico y suframos una pequeña quemadura los pasos que debemos seguir son los siguientes:
- Aplicamos agua tibia sobre la zona afectada durante, al menos, diez minutos. De este modo retiramos los restos que ocasionan la quemadura, enfriamos la piel y al bajar la temperatura evitamos que la quemadura siga progresando.
- Echamos crema hidratante en la herida, junto con aceites esenciales, para bajar la inflamación de la zona y favorecer la cicatrización y regeneración de la piel.
- Aumentamos el consumo de omegas y probióticos específicos para regenerar la piel.
Qué no hacer cuando nos quemamos
Existe gran cantidad de remedios caseros para tratar las quemaduras, los hemos oído a lo largo de los años, pero eso no significa que debemos hacerles caso. Ni mucho menos. Entre ellos:
- Aplicar pasta de dientes a la quemadura. En un primer momento tiene un efecto “frescor” que alivia el dolor, pero la pasta pegada a la quemadura reseca la piel, y no ayuda a quitar el calor.
- Aplicar agua muy fría o hielo. Producen la contracción de los vasos sanguíneos, lo que dificulta la supresión del calor y hace que aumente la sensación dolorosa. Es mejor que el agua no esté tan fría
- Cubrir la herida con apósitos. La herida provocada por la quemadura no se debe tapar directamente ya que el apósito se puede pegar a la herida y podemos levantar toda la piel.
La piel realiza multitud de funciones en nuestro cuerpo, por ello es importante que la cuidemos y en caso de que suframos algún percance tratemos de recuperarla y regenerarla, siempre con productos naturales de calidad para evitar efectos adversos.
Información original basada en el conocimiento y experiencia real en la Farmacia
Jaime Sanza Olaizola, Farmacéutico real de farmacia Olaizola en San Sebastián.