LOS ANTIINFLAMATORIOS NATURALES FRENTE A LOS QUÍMICOS.
La gente recurre cada vez más a los antiinflamatorios químicos como el ibuprofeno, la aspirina o el naproxeno, pero lo que muchos no saben es que la propia naturaleza nos brinda una gran cantidad de anti-inflamatorios naturales que nos pueden ayudar de una forma efectiva.
Hay dos tipos de inflamación
Hay dos tipos de inflamación: aguda, cuando es producida por un hecho puntual como un golpe, y la crónica. La aguda dura unos días hasta que la causa se resuelve, el problema es cuando el organismo no es capaz de acabar con el origen que provoca la inflamación y esta se vuelve crónica pudiendo durar meses o años.
¿Por qué hay que tener cuidado con la toma de antiinflamatorios?
El hecho de tomar antiinflamatorios de origen químico es sobre todo preocupante cuando se hace de forma continuada frente a inflamaciones crónicas y subclínicas, es decir que siendo muy leves se repiten a lo largo del tiempo. En estos casos la ingesta de antiinflamatorios debe abordarse desde otra perspectiva, ya que los de origen químico terminan teniendo efectos secundarios, como úlceras de estómago, que se deben evitar. Van por una ruta bioquímica que impide la formación de moco que es imprescindible para la protección de nuestras mucosas ( la del estómago, intestino...)
Cuidado con la inflamación crónica
Por otro lado, para impedir que se generen procesos inflamatorios en nuestro organismo, debemos tener mucho cuidado con la dieta. Debemos saber que existen alimentos pro-inflamatorios al igual que otros muy adecuados para bajar la inflamación.
La inflamación crónica está relacionada con una alimentación inadecuada donde se abusa de los alimentos pro-inflamatorios además de otras exposiciones a tóxicos como el tabaco, exceso de alcohol, sobrepeso… Cada vez vemos más inflamaciones por dietas a base de azúcares y carnes que generan metabolitos pro-inflamatorios, generando patologías inflamatorias a nivel de mucosas y articulaciones.
¿Por qué es mejor utilizar antiinflamatorios naturales?
Afortunadamente, los antiinflamatorios naturales de hoy en día son muy eficaces, ya que sus procesos de formulación a partir de las plantas han evolucionado en gran medida. El control de su procedencia y las avanzadas técnicas de procesado de sus principios activos, han logrado que se conviertan en soluciones naturales muy efectivas y mucho menos dañinas para el organismo (sobre todo las plantas que no van por la misma ruta de los antiinflamatorios químicos).
Hay antiinflamatorios naturales con múltiples propiedades como la Boswellia, que está especialmente indicada para tratar de ayudar y prevenir el dolor de las articulaciones, debido a su efecto antiinflamatorio. Su principio activo reduce la inflamación de tejidos que forman las articulaciones y ayuda a una mejor movilidad. Además no daña las mucosas, debido a que su ruta metabólica es diferente al de otras plantas.
También hay otras plantas como la Milenrama para aliviar la gastritis, la Árnica para las torceduras y los esguinces, el Guayaco para las contracturas musculares, Perpetua para la bronquitis, Ulmaria para las inflamaciones urinarias, y la Sangre de Drago para las inflamaciones bucales. Y también están los derivados del sauce, aunque todas ellas pueden dañar más las mucosas que la Boswellia, debido a su ruta metabólica.
En cuanto a los alimentos, hay ingredientes como la cúrcuma o el jengibre que tienen propiedades antiinflamatorias, pero hay que saber que en la cúrcuma por ejemplo, para que su efectividad sea la necesaria es recomendable tomarla forma procesada.
Y recalcamos la importancia de realizar una dieta rica en enzimas y pescados azules (para mantener el equilibrio omega 3 y omega 6; el ibuprofeno natural por excelencia, así como en vegetales y frutas.
No es solo aumentar el consumo de omega 3 sino reducir el consumo de ácidos grasos omega 6 para tener un equilibrio ideal que con la dieta actual es muy dificil de conseguir. equilibro omega 3 omega 6 debería de ser 1 a 4.
Las grasas saludables como las insaturadas y algunas saturadas tienen efectos antiinflamatorios como las presentes en las semillas, frutos secos, aceite de oliva virgen extra o el aguacate. Y frutas como la papaya, la piña, y alimentos como el ajo, los hongos, y los derivados de la abeja son otras de las opciones a tener en cuenta.
Así mismo es importante evitar las grasas que provocan inflamación, que son las llamadas trans y están presentes en los alimentos procesados como la bollería industrial, o las carnes procesadas.
Respecto al azúcar, los azúcares refinados que se hallan en los alimentos procesados son los más problemáticos: azúcar blanco, bollería industrial, refrescos, etc. Sin embargo, los azúcares naturales que se encuentran en las frutas o en algunos frutos como los dátiles, no provocan inflamación.