Medicamentos mucolíticos

Son los medicamentos que ayudan a fluidificar o reducir la viscosidad de las secreciones, facilitando así su futura eliminación.

Los mucolíticos disminuyen la viscosidad de las secreciones, al destruir las estructuras químicas físicas de la secreción bronquial. La secreción de las vías respiratorias constituye, junto con los cilios, el sistema más importante de protección de la mucosa frente a agentes infecciosos, partículas en suspensión en el aire inspirado, y las variaciones extremas de humedad y temperatura.

El moco lo genera el cuerpo de manera natural y es una vía para eliminar virus, bacterias y patógenos. La secreción de las vías respiratorias constituye, junto con los cilios, el sistema más importante de protección de la mucosa frente a agentes infecciosos, partículas en suspensión en el aire inspirado, y las variaciones extremas de humedad y temperatura. El moco atrapa las partículas y las depura mediante un proceso coordinado entre los cilios.

El moco de por sí es bueno, fluidifica las mucosas. El problema está cuando se acumula y no podemos sacarlo (como unas aguas estancadas), ya que esto supone un foco de infección para que crezcan los patógenos.

Existen medicamentos mucolíticos y medicamentos expectorantes.

Los expectorantes, favorecen la producción de moco, que al salir arrastre todas las sustancias que haya en la mucosa respiratoria. Además también posee una acción irritante que favorece la expulsión. Ambas acciones las tiene la guaifenesina, que favorece el paso de tos seca a tos productiva para eliminar el problema. Los jarabes que contienen este principio activo son entre otros: Cinfatos expectorante, iniston expectorante… Hay que tener cuidado ya que muchos de estos jarabes, además de contener la guaifenesina contienen también dextrometorfano. Con lo que estamos facilitando la salida del moco, pero la tos es la que nos va ayudar a sacar el moco y si queremos expectorar y ayudar a sacar ese moco, no podemos cortar la tos ya que es el reflejo natural para ayudar a sacarlo. Si lo cortamos nunca vamos a ayudar a eliminarlo, con lo que es una contradicción. Por eso siempre al acudir a la farmacia a pedir algún jarabe para la tos, hay que explicarle bien al farmacéutico el tipo de tos que se tiene y atender a sus recomendaciones.

Los mucolíticos disminuyen la viscosidad de las secreciones, al destruir las estructuras quimicofisicas de la secreción bronquial. La secreción de las vías respiratorias constituye, junto con los cilios, el sistema más importante de protección de la mucosa frente a agentes infecciosos, partículas en suspensión en el aire inspirado, y las variaciones extremas de humedad y temperatura. El moco atrapa las partículas y las depura mediante un proceso coordinado entre los cilios.

La N-acetilcisteína (NAC) es el agente mucocinético más popular, que disuelve las secreciones del tracto respiratorio. Su mecanismo se basa en la reducción de los puentes disulfuro de las mucoproteínas de la secreción bronquial (responsables del mantenimiento de la estructura terciaria de las glucoproteínas constituyentes del moco), produciendo así la fragmentación de las cadenas de mucinas, inmunoglobulinas A y seroalbúmina de dicha secreción. Se recomienda ingerir N-Acetil cisteína con el estómago vacío, ya que debido a sus efectos quelantes de metales pesados puede reducir la biodisponibilidad de algunos minerales (hierro...). Por esta razón, se recomienda realizar las tomas un mínimo de 2 horas antes o después de la ingesta de alimentos, además hay que tener cuidado ya que puede causar irritación gástrica. Se recomienda también beber abundante líquido durante el día.

En este grupo se incluyen también la carbocisteína, la bromhexina y el ambroxol, con acción similar. En este apartado estarían el fluimucil, bisolvon, iniston… al igual que en el apartado anterior cuidado con los jarabes que contienen en su composición más de un componente.